Las perlas de agua dulce son elementos comunes de la joyería moderna con perlas. Se distinguen de las perlas naturales, auténticas, y de las perlas de imitación. Mientras que las perlas auténticas crecen en la naturaleza en moluscos sin intervención humana y para fabricar perlas cultivadas se utiliza un núcleo que el animal perlero recubre con nácar, las perlas de agua dulce se fabrican sin este núcleo. En su lugar, se insertan partes de tejido de mejillones extraños en otros mejillones a través de una pequeña incisión y éstos se colocan en agua dulce. De este modo, se forman hasta 50 perlas por mejillón, que además obtienen una forma óptima al no estar influidas por un núcleo. El crecimiento de las perlas de agua dulce suele durar de dos a seis años antes de que se cosechen. Además, las perlas de agua dulce son fáciles de cultivar porque no se ven amenazadas por maremotos o tifones como los cultivos de agua de mar. Hoy en día, la mayoría de las perlas de agua dulce se cultivan en China. Una variedad muy conocida entre las perlas de agua dulce es la perla Biwa, que se cultiva en el lago Biwa de Japón. Estas perlas, que suelen utilizarse en joyería, tienen una superficie lisa y brillante.
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