Rodiado

El rodiado es el tratamiento posterior de metales y metales preciosos mediante una fina capa de rodio. Durante este proceso, que se denomina galvanizado, tiene lugar el recubrimiento de la superficie. En este proceso se depositan iones metálicos, que se adhieren al objeto a recubrir a través de un baño electrolítico y se endurecen allí. Esto confiere a la pieza de joyería una resistente protección contra la corrosión. Las ventajas de utilizar rodio residen principalmente en las propiedades químicas del metal precioso. Tiene un alto grado de dureza, pero también buena maleabilidad y tenacidad, lo que facilita su procesamiento mecánico. Esto hace que el rodio sea un material popular en el acabado de joyas. La protección contra el deslustre resistente a la abrasión crea una superficie lisa y más resistente a los arañazos que en el caso de la plata no rodiada. Esto hace innecesaria la limpieza y el pulido constantes. Debe evitarse especialmente este último, ya que el uso de un paño de pulido puede dañar la capa de rodio. Visualmente, las joyas rodiadas se caracterizan por un brillo ligeramente grisáceo en comparación con las joyas de plata clara.