Además de las clásicas pulseras de eslabones, también existe la llamada pulsera de eslabones cubanos. En la versión clásica, los eslabones de la pulsera están ligeramente torcidos y son muy planos, lo que significa que descansa totalmente sobre la piel. En la variante cubana, en cambio, los eslabones son ovalados. Esto significa que están levantados, por lo que hay una diferencia visual con la versión clásica. Las pulseras son principalmente de plata, acero inoxidable y oro, y suelen abrocharse con un cierre de langosta, que garantiza su seguridad. También son más gruesas que las clásicas pulseras de cadena, por lo que no quedan totalmente planas sobre la piel. La pulsera se puede llevar bien sin colgantes ni joyas adicionales y funciona como una pieza independiente. Su aspecto más masculino la sitúa especialmente en el mundo de la joyería masculina y también completa un atuendo clásico.