La pedrería es un componente muy importante de la joyería moderna. Se trata de diamantes de imitación hechos de cristal, que existen desde el siglo XVIII. El nombre proviene del inventor de las piedras de cristal Georg Friedrich Strass, que trabajaba como joyero en París y debía satisfacer la gran demanda de joyas del rey, lo que consiguió con los strass que siguen siendo populares hoy en día. El brillo de los strass es confusamente similar al de un diamante, aunque la piedra de vidrio producida artificialmente no tiene el índice de refracción y, por supuesto, no es tan dura como un diamante. Los strass están hechos de vidrio fundente con cierta cantidad de plomo. La parte inferior de los strass se suele recubrir con láminas para darles el efecto reflectante y brillante de los diamantes. El contenido de plomo en los strass sirve para evitar un molesto tinte verde en el cristal. Hoy en día, estas piedras preciosas artificiales también se producen por deposición de vapor con óxidos metálicos. Las piedras de estrás se utilizan como material barato en todo tipo de bisutería, para ofrecer a bajo coste el aspecto atractivo y de alta calidad de un diamante. Además de su uso en la industria de la joyería, las piedras de estrás se aplican a menudo a los tejidos como trabajo decorativo, lo que es posible gracias a las modernas piedras de estrás de pegamento caliente. Se pueden planchar fácilmente sobre la superficie deseada con un adhesivo térmico.
Pedrería
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