La joyería de oro está hecha del material más conocido y popular en el mundo de la joyería. El oro ha sido utilizado por la gente durante miles de años para hacer adornos decorativos, ya que este material combina tanto el atractivo visual como el valor material. La rareza del oro es lo que lo hace tan valioso y su brillo inherente lo hace tan atractivo. Las joyas de este material presentan todas las variantes imaginables: Anillos, collares, pendientes o pulseras, y también relojes, gemelos o tobilleras. Las joyas de oro nunca se oxidan ni se empañan, es decir, no se oscurecen ni se decoloran. Como el oro en su forma más pura es muy blando, resulta más fácil trabajarlo en aleaciones de oro. La proporción de oro puro en este compuesto se expresa en quilates o por mil. 999 partes por mil en peso de oro puro en una aleación tiene 24 quilates y se conoce comercialmente como oro fino 999. Sin embargo, en joyería son más comunes los contenidos de oro más bajos, por ejemplo, oro de 18 quilates o de 14 quilates. El oro de 9 y 8 quilates también es muy popular en joyería. En estas aleaciones, el cobre y otros metales se mezclan con el oro para que el material sea más duro y se pueda variar el color del oro.
