Un cierre de langosta se utiliza para sujetar con seguridad collares y pulseras. Debe su nombre a su similitud con el conocido mosquetón. En inglés también se le llama lobster claw clasp, que se debe a su forma de tijera. En su interior hay un pequeño muelle que abre y cierra el cierre y que se controla mediante una pequeña palanca. El cierre de langosta está hecho del mismo material que la joya para crear un aspecto uniforme. El tamaño del cierre depende de la finura de la joya, de modo que se crea una imagen coherente. Este cierre es especialmente adecuado para joyas de longitud regulable, en las que el mosquetón puede engancharse en diferentes ojales. Para ello, se enganchan varias anillas en los eslabones existentes de la cadena o en una cadena de prolongación. Además, el cierre con mosquetón se encuentra a menudo en piezas de joyería más sólidas.
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