Las cadenas bautismales se utilizan, como su nombre indica, para el bautismo. Los padrinos suelen entregarlos a la persona que va a ser bautizada como recordatorio de su aceptación en la comunidad cristiana. Los collares de bautismo también suelen regalarlos los padres o abuelos. No existe una norma válida para el aspecto de una cadena bautismal de este tipo, pero todas utilizan motivos muy similares. El símbolo más importante presente en todas las cadenas bautismales es el anillo, que representa el infinito y el ciclo de la vida. Dentro de este anillo, a menudo se representan cruces o imágenes de ángeles. La cadena de bautismo es una antigua costumbre en el primer sacramento de la vida de un cristiano. Además, este collar no sólo tiene un carácter simbólico, sino también un valor que no hay que subestimar debido a la alta calidad de sus materiales y a su cuidada elaboración. Aunque al principio la persona bautizada no sepa qué hacer con este collar, en el transcurso de su vida las joyas, y por tanto también el collar de bautizo, adquirirán un papel más importante. El regalo de bautizo, que puede ser un compañero para toda la vida, suele ser de oro 333 o de plata 925 y también puede realzarse con piedras preciosas.
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