En relación con los anillos, es frecuente encontrar el término bombé para describir su forma. La palabra procede del francés bombé, que significa bulboso o arqueado. En teoría, todas las joyas se pueden coronar, pero este acabado es más útil para los anillos. Tanto el interior como el exterior se pueden coronar. Con el abombado, los bordes se redondean, lo que crea una curvatura y hace que el anillo sea más fácil de poner y quitar. Esta forma redondeada proporciona una gran comodidad de uso, ya que el anillo se adapta de forma óptima al dedo y a los movimientos. Especialmente en los anillos anchos, el abombamiento ayuda a evitar puntos de presión dolorosos, ya que la superficie de contacto se reduce y hay menos contacto con la piel. El abombamiento interior es poco o nada visible, ya que el anillo se curva hacia el centro. El abombamiento interior es especialmente ventajoso en las alianzas de boda, ya que los anillos se llevan todos los días y, por tanto, la sensación de uso es enormemente importante.
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