A la hora de transformar la materia prima del oro en una pieza de joyería valiosa y duradera, hay que tener en cuenta numerosas propiedades del material para crear finalmente un producto de alta calidad. Por ejemplo, el oro puro es muy blando y difícilmente puede transformarse en una joya duradera. Sin embargo, para conservar el atractivo color dorado de la joya y, al mismo tiempo, producir una pieza sólida de gran valor, existen aleaciones como el oro de 14 quilates. Se compone de un 58,5 % de oro puro y el resto de plata, cobre, paladio u otros metales. Dependiendo de la proporción de los diferentes componentes de la aleación de oro, el color del material también cambia y se pueden crear una gran variedad de piezas de joyería diferentes. Solo el 58,5 % de oro puro permanece invariable en este tipo de aleación. Si se añade un 20,8 % de plata fina y un 20,7 % de cobre, se obtiene el clásico color oro blanco o plata. Añadiendo un 14 % de plata y un 27,5 % de cobre, el oro de 14 quilates se vuelve más rojo y oscuro (oro rosa), y con un 8,3 % de plata y un 33,2 % de cobre se convierte en oro rojo aún más oscuro.
14 quilates oro
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